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La suplementación alimentaria se refiere a la ingesta de productos que aportan nutrientes adicionales a tu dieta. Esto incluye vitaminas, minerales, aminoácidos, ácidos grasos esenciales y otros compuestos bioactivos que pueden ayudar a mejorar la salud general y prevenir deficiencias nutricionales.
Ayuda a cubrir las necesidades diarias de nutrientes, especialmente en períodos de mayor demanda, como el embarazo, la lactancia o durante el ejercicio intenso.
Algunos suplementos, como la vitamina C y el zinc, pueden ayudar a reforzar tus defensas naturales.
Los aminoácidos y las proteínas pueden optimizar la recuperación y el rendimiento físico.
Los probióticos y prebióticos favorecen un sistema digestivo saludable y equilibrado.
Vitamina C: Antioxidante que ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.
Vitaminas del complejo B: Esenciales para la producción de energía y el funcionamiento del sistema nervioso.
Vitamina D: Crucial para la salud ósea y la función inmunológica.
Calcio: Fundamental para la salud de los huesos y dientes.
Magnesio: Ayuda en la función muscular y la salud cardíaca.
Zinc: Apoya el sistema inmunológico y la curación de heridas.
Omega-3: Beneficiosos para la salud cardiovascular y cerebral, encontrados en el aceite de pescado y las semillas de chía.
Omega-6: Esenciales para diversas funciones del cuerpo, aunque se deben consumir en equilibrio con los omega-3.
Proteína de suero: Acelerante del crecimiento muscular y recuperación post-ejercicio.
Proteína de caseína: De absorción lenta, ideal para tomar antes de dormir.
Proteínas vegetales: Fuentes como la proteína de guisante o soja, ideales para vegetarianos y veganos.
BCAA (Aminoácidos de cadena ramificada): Ayudan en la recuperación muscular y reducen la fatiga durante el ejercicio.
Glutamina: Apoya la recuperación muscular y la salud intestinal.
Echinacea Utilizada para fortalecer el sistema inmunológico.
Ginseng: Conocido por sus propiedades energizantes y de mejora del rendimiento.
Cúrcuma: Con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
Probióticos: Bacterias beneficiosas que promueven la salud digestiva y el equilibrio de la flora intestinal.
Prebióticos: Fibras que alimentan a los probióticos y mejoran la salud digestiva.
Enzimas digestivas: Ayudan en la descomposición de los alimentos y mejoran la digestión.
Fibra: Mejora la salud intestinal y regula el tránsito intestinal.
Creatina: Mejora el rendimiento y la fuerza durante el ejercicio de alta intensidad.
Beta-alanina: Ayuda a reducir la fatiga muscular durante el ejercicio prolongado.
La elección del suplemento adecuado puede ser un desafío. Es importante considerar tus necesidades individuales, estilo de vida y objetivos de salud. Te recomendamos consultar a un profesional de la salud o a un nutricionista para obtener una orientación personalizada.